Frías (Burgos).

Frías es un municipio al norte de la provincia de Burgos enmarcado en la comarca de Las Merindades, partido judicial de Villarcayo. Sobre el cerro de La Muela, y cercana al ancho y caudaloso río Ebro, se constituyó un enclave estratégico de paso de dicho río, desde la época romana y sobre todo en época medieval, que unía la costa cantábrica y la meseta, dando lugar a la notable prosperidad de Frías y de su conjunto monumental. Mantiene una estructura urbana medieval que corona un impresionante castillo y la iglesia de San Vicente, manteniendo todos los edificios un sistema constructivo en el que van adosándose entre sí.

Frías se ubica en un estratégico emplazamiento para cruzar el río Ebro que se ha venido utilizando al menos desde la época romana. La primera referencia histórica se remonta al año 867, en plena repoblación de estas tierras después de su conquista a los musulmanes. En el siglo XI el conde Sancho García, conocido por el sobrenombre de "el de los buenos fueros", adquiere la ciudad. A su muerte Frías se integra en el reino de Pamplona Nájera (predecesor del reino de Navarra) bajo el reinado de Sancho Garcés III El Mayor.

En 1202, el rey Alfonso VIII le otorga el Fuero de Logroño para darle mayor bienestar e independencia, favoreciendo el desarrollo económico de la población, que llegó a contar con una judería. Pasa a depender del reino de Castilla y extiende su influencia por todo el Valle de Tobalina. En el siglo XIV se construye sobre el puente una torre con el objetivo de cobrar más eficientemente el pontazgo.

En 1435, el rey Juan II de Castilla otorgó a la villa el título de ciudad con el objetivo de intercambiársela a Pedro Fernández de Velasco, conde de Haro, por Peñafiel. La población de Frías se negó a aceptar al Conde de Haro como su señor, lo que llevó al enfrentamiento y asedio de la plaza, que tuvo que rendirse tras un largo tiempo, y acatar las normas del nuevo señor. En 1492 los reyes católicos crean el Ducado de Frías, que otorgan a los Velasco.

El patrimoio de Frías se destaca, además de por impresionante castillo, por sus casas colgadas de planta baja y dos o tres alturas, que nada tienen que envidiar a las famosas casas colgadas de Cuenca. Las edificaciones conforman las calles que van ascendiendo abruptamente por el risco que forma la base del pueblo hasta la cima del mismo, que coronan el castillo de los Velasco y la iglesia de San Vicente. Una muralla rodea el conjunto urbano, actualmente de forma parcial, y en ella se abrían tres puertas de las cuales quedan dos, la puerta del Postigo y la puerta de Medina. Hechas a base de toba y madera, han aprovechado el reducido espacio de tal manera que están construidas en la misma roca, pareciendo que forman parte del precipicio. Tienen entrada en la calle Obdulio Fernández y son perfectamente visibles desde las calles: calle Antonio Carpintero, calle Mayor de San Vítores, calle Federico Keller y campa de las eras.

Ya desde el interior de su castillo, las vistas son inmejorables:


La opción de estacionamiento y pernocta es el área de autocaravanas municipal especialmetne habilitada situada en la parte baja del pueblo, con un acceso sin problemas y junto a un arroyo y un parque. Dispone de servicio de vaciado de aguas grises y negras y llenado de aguas limpias. El precio del uso del área por 24 horas es de 6 euros, a abonar en las oficinas de información turística junto a la entrada del castillo, ¡una buena caminata desde abajo del todo para abonar el importe! El precio puede parecer abusivo, pero son las normas del lugar.

En este enlace puedes ver la localización de área de autocaravanas. Sus coordenadas son:

- N 42.760072 (N 42° 45' 36.25'').

- O 3.296501 (O 3° 17' 47.40'').